9 de octubre de 2009

OCTUBRE: Comunidades Cristianas, templo del Espíritu Santo

En Parroquia San José Obrero
El Espíritu de Comunión es Fuerza de Renovación para el mundo de hoy, tan herido por el pecado de la comunión rota. Comunidad de comunidades es el modelo de iglesia que vamos construyendo día a día en nuestra comunidad parroquial “San José Obrero”, comunidades cristianas edificadas con los adobes que representan las personas que se reconozcan templos del Espíritu Santo y que se sientan comprometidas en la renovación del mundo.

Promover la comunión exige un esfuerzo constante para pasar de condiciones menos humanas a condiciones más humanas. Es el Espíritu Santo, Espíritu de Comunión, que da a cada persona, a cada familia, a cada CEB, los dones y talentos que se requieren para avanzar en el camino a un mundo nuevo.

Este mes de peregrinajes y de hermandades está dedicado a la penitencia, la oración y la misión. Jesús nos ofrece esta oportunidad para acercarnos a nuestro Dios con un corazón arrepentido y agradecido porque nos ama mucho y nos ofrece su infinita misericordia. La mejor manera de manifestarle a Dios nuestra gratitud por el don de su misericordia y el perdón recibidos es poner nuestros talentos al servicio de la familia y de la comunidad, especialmente al servicio de los más necesitados de nuestra comunidad.

Todos tenemos mucho que dar: un saludo, la amistad, la sinceridad, el consuelo, el amor, la sabiduría, buenos consejos, conocimientos. Jesús nos invita “Cuando des un almuerzo o una fiesta, no invites a tus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos, porque ellos a su vez te invitarán a ti y así quedarás compensado. Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.” (Lucas 14:13-14) El amor de Dios no tiene límites y, como seguidores de Cristo, estamos llamados a sacrificarnos por el bien de los demás, sobre todo por los más necesitados. Jesucristo es el modelo perfecto de darse a sí mismo en amoroso servicio.

El Espíritu Santo siempre está alerta para mostrarnos el amor y la bondad de Dios. Aprendamos a ver a Cristo en todos y en todo. Dejémonos llevar por Cristo para que podamos dar de nosotros mismos con generosidad y alegría, compartiendo nuestro tiempo, talentos y bienes para construir el reino de Dios, reino de comunión, aquí en la tierra.

Descubramos los talentos que Dios nos ha dado y que esperan ser puestos en práctica. Dejemos atrás nuestras preocupaciones y abramos nuestro corazón a la presencia de Dios; sigámoslo como buen administrador y misionero de sus dones, aceptando su invitación de trabajar con él en su viña.

EQUIPO PARROQUIAL SAN JOSE OBRERO
ÁREA DE COMUNICACIONES

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