A LOS 61 AÑOS DE LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Muchas veces escuchamos decir se están violando los derechos humanos de las mujeres, niñas, hombres, profesores, alumnos, etc., pero ¿conocemos el contenido del documento internacional, que recoge nuestros derechos fundamentales? Es muy probable que la respuesta sea NO. Pues el 10 diciembre de este año la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS cumple 61 años de haber sido promulgada y estar en vigencia.
Muchas veces escuchamos decir se están violando los derechos humanos de las mujeres, niñas, hombres, profesores, alumnos, etc., pero ¿conocemos el contenido del documento internacional, que recoge nuestros derechos fundamentales? Es muy probable que la respuesta sea NO. Pues el 10 diciembre de este año la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS cumple 61 años de haber sido promulgada y estar en vigencia.
Este documento es importante porque es la base de las normas internacionales sobre derechos humanos, es la primera declaración universal sobre los principios básicos de los derechos humanos inalienables, y una norma común de comportamiento para todos los pueblos y todas las naciones. La Declaración Universal de Derechos Humanos fue el primer instrumento que estableció, hace más de 60 años, lo que han pasado a ser valores universales en la actualidad: los derechos humanos son inherentes a todos/as y conciernen a la comunidad internacional en su totalidad. La Declaración y sus valores básicos, incluidos la no discriminación, la igualdad, la equidad y la universalidad, se aplican a todas las personas, en todos los lugares y en todo momento. La Declaración Universal de Derechos Humanos nos pertenece a todos y todas. En una sociedad amenazada por las divisiones raciales, étnicas, económicas, sociales, religiosas, etc tenemos que defender y proclamar, más que nunca, los principios universales de justicia, equidad e igualdad, valores que raramente son puestos en práctica.
En la Declaración se reconoce por primera vez a escala internacional que los derechos básicos y las libertades fundamentales son inherentes a todos los seres humanos, inalienables y aplicables en igual medida a todas las personas, y que todos y cada uno de nosotros/as hemos nacido libres y con igualdad de dignidad y de derechos. El 10 de diciembre de 1948 la comunidad internacional se comprometió a defender la dignidad y la justicia para todos los seres humanos, independientemente de nuestra nacionalidad, lugar de residencia, género, origen nacional o étnico, color, religión, idioma o cualquier otra condición.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, es un contrato entre los gobiernos y el pueblo, los mismos que tienen derecho a exigir que ese contrato se respete, pero para que lo exijamos debemos conocerlo. Tenemos que reclamar que se respete la Declaración Universal de Derechos Humanos, apropiárnosla, pues tiene que ver tanto con nuestros derechos como con nuestras responsabilidades. Si bien es cierto que tenemos derecho a nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás y contribuir a lograr que los derechos humanos universales para todos lleguen a ser una realidad. En nuestros esfuerzos reside el poder de la Declaración Universal de Derechos Humanos: se trata de un documento vivo que seguirá inspirando a generaciones futuras.
Maria Isabel Palomino Valdéz
Asesora Legal- Equipo Diocesano de Justicia y Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario